El jabón precisa obligatóriamente hidróxico sódico (o potásico) como elemento fundamental para su obtención gracias al denominado proceso de saponificación. Cualquier otra cosa no es es un jabón, sino un detergente cosmético.

A veces no se menciona directamente el hidróxido sódico como ingrediente, sin embargo se pueden mostrar otros como sodio olivate, sodio palmate o sodio cocoate. Estos nombres indican que están elaborados a base de hidróxido sódico y aceite de oliva, hidróxido sódico y aceite de palma, y ​​hidróxido sódico y aceite de coco respectivamente. Por lo tanto, estas nomenclaturas informan de que, en alguna etapa del proceso (concretamente en la obtención de estos ingredientes), aunque sea de forma previa a la elaboración realizada por el productor final, se ha utilizado el hidróxido sódico.

El hidróxido sódico o sosa cáustica tiene un montón de usos aparte de los referidos en la fabricación de jabones y productos de limpieza.

A nivel alimentario, se utiliza en el encurtido de aceitunas y en la eliminación de las pieles de los tomates, patatas y otras frutas y verduras para proceder a su enlatado. Y como ingrediente en los conservantes de alimentos que evitan el crecimiento de mohos y bacterias.

Dentro de la industria farmacéutica, se utiliza en la fabricación de muchos medicamentos y otros productos, como por ejemplo la aspirina o reductores del colesterol.

También se utiliza para controlar la acidez del agua en las plantas de tratamiento y para producir hipoclorito de sodio, un desinfectante del agua. Y a nivel industrial, tiene una infinidad de usos.

Sí. Y solo se puede modificar añadiendo sustancias químicas, por eso, si realmente se quiere preservar su condición de natural, no se puede variar su pH.

Sin embargo, el efecto del pH en la piel se puede contrarrestar con el beneficio de otros ingredientes que actúan como sustancias hidratantes y emolientes.