MAS QUE UNA CUESTION DE TRADICIÓN...
Recuperar la tradición desde una óptica moderna es aprovechar la sabiduría de nuestros antepasados y enriquecerla con los conocimientos actuales para conseguir algo muy especial.
Capricho de Luna utiliza el tradicional proceso de saponificación en frío con los mejores aceites y mantecas vegetales de todo el mundo para obtener sus jabones.
Estos jabones no se complementan con ningún aditivo químico, colorante artificial o perfume sintético, que tan abundantemente utiliza la industria cosmética convencional y algunos artesanos. Todas sus características y propiedades se deben a la utilización de productos 100% naturales derivados de plantas -con excepción de la miel procedente de les abejas- o minerales, y obtenidos de forma ecológica.
la promesa de una experiencia única
En los jabones artesanos se intentan reproducir a la perfección las fórmulas, pero los acabados presentan algunas diferencias.
Así, el corte de los jabones, por ejemplo, puede ser ligeramente desigual de unas piezas a otras, y el peso puede variar un 5% a la alza o a la baja en el envasado para continuar disminuyendo con el tiempo.
Las "imperfecciones" o las irregularidades son la mejor garantía del producto hecho a mano. Al no haber un jabón igual a otro, lo que prima es la autenticidad.
El resultado es algo exclusivo que ha comportado una mayor dedicación de esfuerzo y de tiempo con su correspondiente carga emocional.